Aquí les contamos la historia de cómo nace el personaje más icónico de la familia mool; nuestro pequeño oso de peluche Brno.
El origen de la Silla de una Villa
Corría el final de los años 20 cuando Lilly Reich, diseñadora especializada en textura y color y Ludwig Miles Van der Rohe, arquitecto y diseñador industrial, colaboraban para realizar uno de los proyectos más relevantes para la arquitectura moderna funcionalista, la Villa Tugendhat localizada en la ciudad de Brno, en la actual República Checa.
Villa Tugendhat PHOTO: PETR DVOŘÁK, 2021
Los Tugendhat eran una familia de textileros industriales. Conocían a Lilly Reich por sus colaboraciones profesionales, esto hace evidente el porqué Reich contribuyó de gran manera en la concepción y diseño de interiores de la Villa, así como en la selección de materiales y el esquema de color de los textiles de la misma.
Mies Van der Rohe, con La Silla Brno.
Pero para tener un proyecto completo, los Tugendhat solicitaron una silla especial que cumpliera con la misma línea arquitectónica planteada en las villas, es así como Reich y Miles conceptualizan la Silla de Brno en honor a la ciudad en donde habitaría.
El Brno de Mool
Al igual que el diseño de La Silla Brno, nuestro Brno busca su iconicidad en las formas simples, líneas limpias y orgánicas donde el tapiz sea el toque de identidad de cada uno de nuestros distintos Brno.
Brno es cada uno de nosotros, es cada historia y cada mueble que conceptualizamos y fabricamos. Brno es el conjunto de ideas, siluetas, diseños, sofás, sillas, que nos recuerda que para lograr una línea simple pero profunda a la vista y tacto, existe un proceso cuidadoso en el detalle de conceptualización y fabricación.
Brno, el de Mool, fue concebido por Emmanuel Aguilar y Edgar Tapia quien nos cuenta en sus propias palabras que … “Brno no tiene ojos, ni boca, porque simplemente es la forma, la piel, el tacto. Justo lo que nosotros plasmamos en todos los muebles…eso es lo importante”.
Emmanuel y Edgar llegaron a la conclusión de plasmar el concepto en un oso de peluche porque, de pequeños, es el primer juguete de uso propio que podemos tener, sin limitantes. Un oso que permite conocer de manera lúdica lo que de grandes buscaremos en el mobiliario de nuestros espacios. Una bonita metáfora de las primeras inspiraciones de mool.
